Los eclipses solares son uno de los fenómenos astronómicos más impresionantes que se pueden observar desde la Tierra. A lo largo de la historia, han despertado admiración, temor, curiosidad y fascinación en distintas culturas y civilizaciones. Hoy, gracias a la ciencia, entendemos perfectamente qué ocurre durante un eclipse solar, cuándo sucede y por qué.
En este artículo te explicamos de forma clara y rigurosa qué es un eclipse solar, cuándo se produce, qué tipos existen y por qué es tan importante proteger tu vista si vas a observarlo. Si te estás preparando para los eclipses solares que se verán en España en 2026, 2027 y 2028, este contenido es para ti.
Definición de eclipse solar
Un eclipse solar es un fenómeno astronómico que ocurre cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, proyectando su sombra sobre la superficie terrestre. Durante unos minutos, la Luna bloquea parcial o totalmente la luz solar, haciendo que el cielo se oscurezca, incluso en pleno día.
Desde el punto de vista de un observador en la Tierra, el disco de la Luna parece “tapar” el del Sol, generando un efecto visual impactante y, en algunos casos, permitiendo ver la corona solar, una capa externa del Sol que normalmente no es visible.
Para que esto ocurra, es necesaria una alineación precisa entre el Sol, la Luna y la Tierra, lo que convierte a los eclipses solares en eventos relativamente infrecuentes para un mismo lugar del planeta.
¿Qué ocurre durante un eclipse solar?
Durante un eclipse solar, la Luna proyecta dos tipos de sombra sobre la Tierra:
Umbra: es la parte más oscura de la sombra. Si estás dentro de esta zona, verás un eclipse total del Sol, es decir, el disco solar estará completamente cubierto por la Luna.
Penumbra: es la zona exterior de la sombra, más tenue. En estas regiones se observa un eclipse parcial, donde solo una parte del Sol queda oculta.
Cuando la alineación es casi perfecta, pero la Luna se encuentra más lejos de la Tierra en su órbita y no cubre por completo el disco solar, se produce un eclipse anular, dejando visible un “anillo de fuego” alrededor de la Luna.
Este bloqueo de luz solar genera un descenso de la luminosidad ambiental, bajada de temperatura y un silencio extraño en la naturaleza. A menudo, los animales cambian su comportamiento como si estuviera anocheciendo.
¿Cuándo sucede un eclipse solar?
Un eclipse solar solo puede producirse durante la fase de Luna nueva, es decir, cuando la Luna está situada entre el Sol y la Tierra. Sin embargo, no todos los meses hay eclipse, porque la órbita de la Luna está inclinada unos 5 grados respecto al plano de la órbita terrestre alrededor del Sol (la eclíptica).
Esto significa que la mayoría de las veces la Luna pasa por encima o por debajo del Sol desde nuestra perspectiva. Solo cuando la Luna nueva coincide con el paso por uno de los nodos orbitales (los puntos donde la órbita lunar cruza la eclíptica), se puede producir un eclipse solar.
Por eso, los eclipses solares son relativamente poco frecuentes en una misma zona del planeta, aunque a nivel global se producen entre 2 y 5 eclipses solares al año, en sus diferentes variantes (total, parcial, anular o híbrido).
Tipos de eclipses solares
Los eclipses solares se clasifican en distintos tipos según el grado de ocultación del Sol y la posición relativa de la Luna en su órbita alrededor de la Tierra. Esta clasificación también depende de la distancia entre los cuerpos celestes y del lugar desde donde se observa el fenómeno.
Existen cuatro tipos principales de eclipses solares: total, parcial, anular e híbrido. A continuación te explicamos en qué consiste cada uno, con ejemplos reales y datos relevantes.
Eclipse solar total
Un eclipse solar total ocurre cuando la Luna cubre completamente el disco del Sol, proyectando su umbra (sombra más oscura) sobre una zona específica de la superficie terrestre. En ese momento, durante unos minutos, el día se convierte en noche, y se puede ver la corona solar, que normalmente está oculta por el brillo intenso del Sol.
Este tipo de eclipse solo se observa en una franja estrecha llamada banda de totalidad. Fuera de ella, el eclipse se ve como parcial.
Duración máxima de la totalidad: entre 1 y 7,5 minutos (en condiciones excepcionales).
Ejemplo reciente: Eclipse total de sol del 21 de agosto de 2017 (visible en Estados Unidos).
Ejemplo futuro en España: 12 de agosto de 2026.
Durante la totalidad, es seguro quitarse las gafas homologadas solo en el momento exacto en que el Sol esté totalmente cubierto, y volver a ponérselas inmediatamente cuando reaparezca.
Eclipse solar parcial
En un eclipse parcial, la Luna cubre solo una parte del disco solar, por lo que nunca se oscurece por completo el cielo. Desde el punto de vista del observador, parece que una “mordida” avanza sobre el Sol, sin llegar a taparlo del todo.
Este tipo de eclipse ocurre cuando el observador está situado en la zona de penumbra, es decir, fuera del cono de sombra total. Todos los eclipses solares se ven como parciales en las regiones cercanas a la banda de totalidad.
Importante: En un eclipse parcial nunca se debe mirar al Sol sin protección ocular certificada.
Ejemplo: En muchas ciudades españolas, los eclipses de 2026 y 2027 se verán como parciales si no están dentro de la banda de totalidad.
Eclipse solar anular
El eclipse anular ocurre cuando la Luna se alinea con el Sol, pero se encuentra más alejada de la Tierra en su órbita (apogeo), y por tanto su disco aparente es más pequeño que el del Sol. Como resultado, no cubre por completo el disco solar y queda visible un anillo brillante alrededor de la Luna: el famoso “anillo de fuego”.
Este tipo de eclipse es visualmente impactante, pero tan peligroso como mirar el Sol directamente, ya que la corona solar permanece expuesta.
Ejemplo reciente: Eclipse anular del 14 de octubre de 2023 (visible en América).
Ejemplo futuro en España: 26 de enero de 2028 (visible en el sureste peninsular).
Durante un eclipse anular es obligatorio usar gafas homologadas durante todo el evento, sin excepción.
Eclipse híbrido
El eclipse híbrido es el más raro y complejo. Se trata de un fenómeno que comienza como eclipse anular, se convierte en eclipse total en otro tramo de su recorrido, y puede volver a ser anular al final.
Este cambio ocurre por la curvatura de la Tierra y la variación de la distancia entre el observador y la Luna. Dependiendo del punto desde donde se mire, el eclipse puede verse como total o como anular.
Ejemplo notable: Eclipse híbrido del 3 de noviembre de 2013.
Frecuencia: Solo ocurre entre 4 y 5 veces cada siglo.
Aunque es poco común, los eclipses híbridos nos recuerdan la precisión y complejidad de la mecánica celeste que da lugar a estos fenómenos.
¿Por qué no se ve igual en todos los lugares del planeta?
Uno de los aspectos más fascinantes de los eclipses solares es que no se ven igual desde todos los puntos de la Tierra. Mientras que en algunos lugares el eclipse puede observarse como total, en otros se verá parcial, anular o no se verá en absoluto. Esta diferencia se debe principalmente a la trayectoria de la sombra de la Luna y a la posición geográfica del observador.
La geometría del eclipse cambia constantemente a lo largo del planeta, lo que hace que la experiencia del eclipse sea única dependiendo del lugar desde donde se observe.
La zona de totalidad y la sombra de la Luna
Durante un eclipse solar, la Luna proyecta dos zonas de sombra sobre la superficie terrestre:
Umbra: es la sombra más oscura y estrecha. Quienes se encuentren dentro de esta franja verán el eclipse total (o anular, si la Luna está más alejada). La zona de umbra puede tener un ancho de apenas unos cientos de kilómetros.
Penumbra: es la sombra exterior más amplia y tenue. Dentro de esta zona, el Sol solo está parcialmente cubierto por la Luna, por lo que se observa un eclipse parcial.
La zona de totalidad (también llamada banda de totalidad) es la región de la Tierra por donde se mueve la umbra lunar. Solo las personas situadas dentro de esa estrecha franja verán el eclipse total, mientras que fuera de ella el eclipse será parcial.
En el caso de un eclipse anular, lo que recorre la superficie es la antumbra, una prolongación de la sombra que permite ver el anillo de fuego cuando la Luna no cubre completamente el Sol.
La forma y longitud de estas zonas de sombra dependen de varios factores astronómicos que detallamos a continuación.
Qué determina si se ve parcial, total o anular
La forma en la que se percibe un eclipse solar desde un punto concreto de la Tierra depende de tres factores clave:
1. Distancia entre la Tierra y la Luna
La órbita de la Luna es elíptica, por lo que su distancia respecto a la Tierra varía.
Cuando está más cerca (perigeo), su tamaño aparente es suficiente para cubrir completamente el Sol → eclipse total.
Cuando está más lejos (apogeo), no lo cubre por completo → eclipse anular.
2. Ángulo de observación
La inclinación de la órbita lunar (unos 5º respecto a la eclíptica) hace que muchas veces la Luna pase por encima o por debajo del Sol. Solo cuando hay una alineación exacta y el paso coincide con uno de los nodos orbitales, puede haber eclipse.
El lugar exacto del observador influye en el grado de cobertura solar visible: cuanto más lejos esté del centro de la trayectoria del eclipse, menor será la ocultación.
3. Ubicación geográfica
La curvatura de la Tierra y su rotación también afectan a la visibilidad. La sombra de la Luna se proyecta sobre una porción limitada del planeta, que cambia con cada eclipse. Por eso, un eclipse puede ser total en Sudamérica y no visible en Europa, o ser parcial en toda España, pero total solo en una franja del norte.
Conclusión:
Cada eclipse solar es un fenómeno global con repercusiones locales. Por eso es tan importante consultar mapas de visibilidad y previsiones astronómicas para saber exactamente cómo se verá el eclipse desde tu ubicación, y así prepararte con las herramientas adecuadas para disfrutarlo con seguridad.
¿Cuánto dura un eclipse solar?
La duración de un eclipse solar varía según el tipo de eclipse, la posición del observador y las condiciones orbitales de ese momento. Aunque el evento completo puede durar más de una hora, el momento más espectacular —la totalidad o anularidad— solo dura unos minutos y es el que más expectación genera.
Conocer las fases y sus duraciones es fundamental para planificar bien la observación, especialmente si vas a desplazarte a una zona concreta o quieres fotografiar el fenómeno.
Fases de un eclipse solar
Un eclipse solar no ocurre de forma instantánea. El fenómeno se desarrolla en varias fases claramente diferenciadas, cada una con características visuales y astronómicas distintas. Estas son las fases comunes en cualquier tipo de eclipse:
1. Primer contacto (inicio parcial)
Es el momento en que la Luna comienza a “tocar” visualmente el borde del disco solar. Desde ese instante, el Sol parecerá estar siendo cubierto gradualmente.
2. Inicio de la totalidad o anularidad
Cuando el disco solar queda completamente cubierto por la Luna (eclipse total) o cuando se forma el “anillo de fuego” (eclipse anular). Es el momento más impactante del evento.
3. Máximo del eclipse
Es el instante en el que la cobertura del Sol alcanza su punto máximo para ese lugar geográfico.
4. Fin de la totalidad o anularidad
La Luna comienza a “destapar” el Sol y se vuelve a ver una porción creciente del disco solar.
5. Último contacto (fin del eclipse parcial)
Es el final del evento. La Luna ya no cubre ninguna parte del Sol y todo vuelve a la normalidad.
Duración media de cada fase
La duración total de un eclipse solar depende de múltiples factores, pero estos son valores aproximados y habituales:
Eclipse parcial completo (de primer a último contacto):
⏳ Entre 1 hora y 3 horas (en la mayoría de los casos).Fase de totalidad (en eclipses totales):
⏳ Máximo 7 minutos y 32 segundos, en condiciones astronómicas ideales.
En la mayoría de eclipses, la totalidad suele durar entre 2 y 4 minutos.Fase de anularidad (en eclipses anulares):
⏳ Similar a la totalidad, aunque puede extenderse levemente más.
Ejemplo:
Durante el eclipse solar total del 12 de agosto de 2026 en España, la fase de totalidad tendrá una duración que variará según la ciudad, pero en muchos puntos no superará los 2 minutos. En cambio, el evento completo (parcialidad incluida) se extenderá por más de una hora.
Consejo:
Aunque el eclipse completo puede parecer largo, la totalidad o anularidad pasa muy rápido. Prepárate con antelación, conoce los horarios exactos en tu localidad y asegúrate de tener todo listo para disfrutarlo sin contratiempos.
¿Es peligroso mirar un eclipse solar sin protección?
Sí. Observar un eclipse solar sin la protección adecuada puede causar daños oculares graves e irreversibles. A pesar de que durante el eclipse la luz solar parece menos intensa, la radiación ultravioleta (UV) e infrarroja sigue siendo extremadamente peligrosa para la retina.
Es un error común pensar que “como el sol está parcialmente cubierto, no pasa nada”. Nada más lejos de la realidad: durante un eclipse, el peligro aumenta porque la pupila se dilata en condiciones de menor luz, permitiendo que entre más radiación dañina sin que lo notemos.
Qué daños puede causar en la vista
La principal lesión que puede provocar mirar el Sol directamente —aunque sea solo unos segundos— se llama retinopatía solar. Esta afección ocurre cuando la luz solar concentrada quema los tejidos sensibles de la retina.
Posibles consecuencias:
Pérdida permanente de visión central (manchas negras en el centro del campo visual)
Dificultad para leer, conducir o reconocer caras
Distorsión o desenfoque permanente de la imagen
Ceguera irreversible en los casos más graves
Lo más peligroso es que la retina no tiene terminaciones nerviosas, por lo que el daño no se nota en el momento, y los síntomas pueden aparecer horas después, cuando ya es demasiado tarde.
Estos efectos han sido documentados en muchos eclipses anteriores. Incluso personas que miraron el Sol “solo unos segundos” han sufrido lesiones irreparables.
Qué gafas se deben usar para observarlo con seguridad
La única forma segura de mirar directamente un eclipse solar es usando gafas homologadas, diseñadas específicamente para la observación solar directa.
Las gafas deben cumplir con los siguientes requisitos:
✅ Certificación ISO 12312-2:2015 (norma internacional para filtros solares para observación directa del Sol)
✅ Marcado CE (que indica conformidad con la legislación europea)
✅ Filtro solar especial que reduzca la luz visible y bloquee el 100% de la radiación UV e infrarroja
✅ Fabricadas por empresas especializadas, no caseras ni de juguete
Estas gafas no tienen nada que ver con las gafas de sol normales: las gafas de sol convencionales no son seguras para observar el Sol, aunque sean polarizadas u oscuras.
⚠️ Métodos que NO debes usar nunca:
Gafas de sol normales (ni dobles)
Cristales ahumados o tintados
Radiografías o negativos fotográficos
Discos compactos (CD/DVD)
Móviles, cámaras o telescopios sin filtros solares específicos
Estos métodos no filtran correctamente la radiación invisible, por lo que aumentan el riesgo de daño ocular aunque “no moleste” la luz.
Conclusión:
Nunca mires el Sol directamente sin protección especializada. Usa gafas certificadas o métodos de observación indirecta si no tienes acceso a ellas. Proteger tu vista durante un eclipse es fácil, asequible y vital para evitar consecuencias permanentes.
Cómo observar un eclipse solar de forma segura
Observar un eclipse solar es una experiencia única… pero debe hacerse siempre con las medidas de seguridad adecuadas. A diferencia de otros fenómenos astronómicos, los eclipses solares implican mirar directamente al Sol, lo que supone un riesgo real si no se toman precauciones.
Por suerte, existen varios métodos seguros para disfrutar del eclipse sin dañar tus ojos. Aquí te explicamos cuáles puedes usar con tranquilidad y cuáles debes evitar por completo.
Gafas homologadas con filtro solar
La forma más sencilla, accesible y recomendada por expertos para ver un eclipse solar es utilizar gafas especiales para eclipse, fabricadas específicamente para la observación solar directa.
Estas gafas deben cumplir obligatoriamente con:
✅ La norma ISO 12312-2:2015 (la única certificación válida para gafas de observación solar directa)
✅ El marcado CE y provenir de distribuidores de confianza
✅ Un filtro solar de alta densidad que bloquee el 100% de la radiación ultravioleta (UV), infrarroja (IR) y el 99,999% de la luz visible
Estas gafas se pueden usar durante todas las fases del eclipse, excepto durante la totalidad, en caso de un eclipse total. En ese instante, y solo entonces, puede mirarse directamente al Sol sin protección, pero debes volver a ponértelas inmediatamente cuando vuelva a aparecer la luz.
Consejo: Nunca utilices gafas que estén rayadas, dobladas, dañadas o sin especificaciones visibles.
Proyección con cámara estenopeica o binoculares con filtro solar
Si no tienes gafas homologadas, puedes optar por métodos indirectos para observar el eclipse. Son completamente seguros porque no implican mirar directamente al Sol.
1. Cámara estenopeica (proyección por agujero)
Haz un pequeño agujero en una hoja de cartón y deja pasar la luz solar hacia otra superficie (como una hoja blanca en el suelo). Verás la imagen del Sol proyectada de forma invertida y segura. Cuanto más pequeño y limpio el agujero, más definida será la imagen.
2. Proyección a través de prismáticos o telescopio con filtro solar seguro
Apunta el instrumento hacia el Sol (sin mirar directamente por el ocular) y proyecta la imagen en una cartulina o pared blanca. Nunca mires por un telescopio o prismáticos sin filtros solares profesionales, ya que amplifican la luz y aumentan el riesgo de lesiones.
Lo que no debes usar nunca para ver un eclipse
Existen muchos mitos y consejos peligrosos sobre formas “caseras” de ver un eclipse. Estos métodos no ofrecen protección y pueden provocar daños graves en la retina aunque el Sol no parezca brillante.
Evita completamente los siguientes métodos:
🚫 Gafas de sol normales (ni oscuras, ni polarizadas, ni dobles)
🚫 Cristales ahumados o tintados manualmente
🚫 Radiografías o negativos fotográficos
🚫 CDs, DVDs o disquetes
🚫 Mirar el Sol a través del móvil, cámara o telescopio sin filtro especial
🚫 Fibras de vidrio, plásticos opacos o materiales improvisados
Recuerda: estos objetos pueden atenuar el brillo visible, pero no filtran la radiación invisible, que es la que daña los ojos.
Conclusión:
La observación de un eclipse solar es segura solo si se utilizan los métodos adecuados. Ya sea con gafas certificadas o sistemas de proyección, lo más importante es informarse y prepararse. Nunca pongas en riesgo tu vista.
¿Por qué observamos los eclipses solares?
Los eclipses solares no solo son eventos astronómicos: son experiencias transformadoras. Durante unos minutos, millones de personas en todo el mundo alzan la vista hacia el cielo con asombro, emoción y un profundo sentido de conexión con el universo.
Observar un eclipse solar es mucho más que mirar al Sol cubierto por la Luna. Es una oportunidad única para maravillarnos, aprender y compartir algo extraordinario, que ocurre pocas veces en la vida desde un mismo lugar del planeta.
Un espectáculo natural que conecta con lo cósmico
Desde tiempos antiguos, los eclipses solares han sido interpretados como mensajes celestiales, presagios o señales divinas. Hoy, gracias al conocimiento científico, los entendemos como alineaciones astronómicas perfectamente predecibles, pero no han perdido ni un ápice de su capacidad de asombro.
Cuando la Luna cubre completamente el Sol y el día se transforma en noche, algo cambia en quienes lo viven. El silencio, el descenso de temperatura, la luz crepuscular y la aparición de la corona solar nos recuerdan lo pequeños que somos frente al cosmos, pero también lo afortunados que somos de poder presenciarlo.
El eclipse nos desconecta por un momento del ritmo cotidiano y nos conecta con lo esencial, lo universal y lo invisible.
Interés educativo, turístico y de divulgación científica
Más allá de lo emocional, los eclipses solares tienen un enorme valor educativo y científico. Son una herramienta didáctica para despertar el interés por la astronomía, la física, las matemáticas y la observación del cielo.
En colegios, universidades y museos, los eclipses se convierten en proyectos multidisciplinares que integran ciencia, arte e historia. Además:
🧪 Permiten realizar experimentos reales de medición de temperatura, luz y comportamiento animal
🧭 Fomentan el uso de mapas, cálculos de trayectorias y observación del entorno
📸 Ofrecen oportunidades para la fotografía científica y amateur
🌍 Son una excelente excusa para hablar del sistema solar y nuestra relación con el Sol
A esto se suma el creciente interés turístico: muchas personas viajan cientos o miles de kilómetros para estar en la “franja de totalidad” y vivir el eclipse de forma plena. Este fenómeno, conocido como “eclipse chasing” o “cazadores de eclipses”, ha generado comunidades, documentales y expediciones científicas globales.
Conclusión:
Observamos los eclipses solares porque nos recuerdan que somos parte de algo mucho más grande. Porque nos emocionan, nos enseñan y nos unen, aunque sea por un breve instante, bajo la misma sombra que recorre la Tierra.
Descubrimientos científicos recientes gracias a los eclipses solares
Aunque los eclipses solares son admirados por su belleza visual, también son eventos de altísimo valor científico. Durante unos minutos, los instrumentos terrestres y aéreos pueden obtener información que normalmente está oculta por la intensa luz del Sol. Por ello, los eclipses son aprovechados por astrónomos, físicos solares, astrofísicos e incluso ciudadanos para realizar observaciones únicas que han permitido avanzar en el conocimiento del Sol y de nuestro entorno espacial.
Estudio de la corona solar y dinámica atmosférica
Una de las áreas más beneficiadas por los eclipses solares es el estudio de la corona solar, la capa más externa de la atmósfera del Sol. Normalmente, esta región es imposible de observar desde la Tierra debido al intenso brillo del disco solar, pero durante un eclipse total queda al descubierto, mostrando estructuras complejas de plasma, bucles magnéticos y eyecciones de masa coronal.
Los eclipses han permitido:
Analizar la forma y extensión de la corona solar
Observar flujos de partículas solares y campos magnéticos
Investigar la temperatura de la corona, que supera el millón de grados (más caliente que la superficie del Sol, un misterio aún no resuelto)
Estas observaciones ayudan a comprender mejor el clima espacial, que influye en las telecomunicaciones, la navegación GPS y la protección de los satélites en órbita.
Nuevas observaciones en radio y espectroscopía durante eclipses
En los últimos años, gracias a avances tecnológicos, se han llevado a cabo importantes investigaciones durante eclipses utilizando espectroscopía, telescopios solares y radiotelescopios.
Algunos ejemplos destacados:
NASA y universidades estadounidenses aprovecharon el eclipse total de 2017 para lanzar globos estratosféricos y estudiar la ionosfera terrestre, que responde a la sombra del eclipse como si fuera el anochecer.
Se obtuvieron espectros solares únicos que revelaron la composición y dinámica del plasma coronal en tiempo real.
ESA (Agencia Espacial Europea) combinó datos de satélites como SOHO con observaciones desde tierra para comparar imágenes solares sin interferencia de luz dispersa.
Los eclipses también han servido para verificar teorías físicas, como la curvatura de la luz predicha por Einstein en 1919 durante un eclipse total, confirmando la teoría de la relatividad general.
Oportunidades para la investigación ciudadana (ciencia participativa)
Los eclipses solares también ofrecen una oportunidad única para la ciencia ciudadana. Proyectos impulsados por instituciones científicas invitan a personas aficionadas y voluntarios a participar activamente en la recopilación de datos.
Algunos ejemplos de participación ciudadana en eclipses recientes:
🕰️ Cronometraje del inicio y fin del eclipse desde diferentes ubicaciones para refinar cálculos orbitales.
📸 Fotografía coordinada del eclipse total para crear modelos 3D de la corona solar (proyecto Megamovie de 2017).
📶 Monitoreo de la señal de radio para estudiar cómo afecta el eclipse a las ondas electromagnéticas en la atmósfera terrestre.
Este enfoque participativo no solo contribuye a la ciencia real, sino que fomenta la educación, el trabajo colaborativo y el compromiso con la divulgación científica.
Conclusión:
Lejos de ser solo un espectáculo visual, el eclipse solar es una ventana temporal al estudio del Sol, la atmósfera terrestre y la física del universo. Gracias a la combinación de tecnología, investigación profesional y participación ciudadana, cada eclipse sigue ayudándonos a entender un poco mejor nuestro entorno cósmico.
Historia de la observación de eclipses solares
Los eclipses solares han fascinado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Mucho antes de que existiera una explicación científica, el oscurecimiento súbito del Sol en pleno día provocaba asombro, miedo y adoración. A lo largo de los siglos, los eclipses han sido registrados, interpretados y estudiados por civilizaciones antiguas, astrónomos medievales y científicos modernos, convirtiéndose en momentos clave para el avance de la ciencia y la cultura.
La historia de su observación refleja también la evolución del conocimiento humano: desde los mitos hasta la astrofísica de precisión.
Eclipses en civilizaciones antiguas
Las primeras culturas que observaron y registraron eclipses solares lo hicieron con una mezcla de respeto y temor. Sin entender sus causas naturales, los interpretaron como señales divinas, castigos o advertencias sobrenaturales.
Ejemplos notables:
Egipto antiguo: Aunque no dejaron muchos registros detallados, algunos papiros mencionan fenómenos que podrían asociarse con eclipses.
China: Documentos de hace más de 3.000 años describen eclipses con gran precisión. En la antigua tradición china, un dragón celestial se “tragaba” el Sol, por lo que tocaban tambores para espantarlo.
Babilonia: Fueron pioneros en predecir eclipses solares gracias a su conocimiento astronómico. Desarrollaron ciclos como el Saros, que aún se utiliza hoy en día.
Civilizaciones precolombinas: En América, culturas como los mayas y aztecas tenían conocimientos astronómicos avanzados y relacionaban los eclipses con eventos espirituales o de renovación.
Grecia clásica: Filósofos como Anaxágoras y matemáticos como Hiparco comenzaron a acercarse a una explicación racional del fenómeno.
Estos registros antiguos muestran que los eclipses fueron observados, temidos y estudiados desde tiempos muy remotos, dejando huella en la religión, la política y el arte.
Cambios de paradigma en la ciencia moderna
A partir del Renacimiento y especialmente en los siglos XVIII y XIX, los eclipses solares pasaron de ser interpretaciones simbólicas a fenómenos astronómicos precisos, capaces de poner a prueba las teorías más avanzadas de la ciencia.
El hito más destacado ocurrió el 29 de mayo de 1919, cuando el astrónomo Arthur Eddington organizó una expedición para observar un eclipse solar total desde África Occidental. Durante la totalidad, pudo fotografiar estrellas cercanas al disco solar y comprobar que su posición aparente se desplazaba debido a la curvatura del espacio-tiempo por la gravedad del Sol.
Este experimento confirmó la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, revolucionando la física moderna y convirtiendo a los eclipses en laboratorios naturales para validar teorías cosmológicas.
Desde entonces, los eclipses se han utilizado para estudiar la atmósfera solar, probar lentes gravitacionales, observar planetas interiores como Mercurio y Venus, y perfeccionar nuestros modelos orbitales.
Evolución tecnológica en la observación solar
Con el paso del tiempo, la forma en la que observamos los eclipses ha cambiado radicalmente. De mirar al cielo con el ojo desnudo o con ayuda de instrumentos rudimentarios, hemos pasado a:
Utilizar gafas solares certificadas, filtros especializados y cámaras digitales.
Registrar el fenómeno con drones, globos estratosféricos y telescopios solares.
Transmitir eclipses en streaming en directo a todo el planeta.
Analizar datos con software astronómico y simuladores 3D.
Integrar observaciones desde la Tierra con imágenes de satélites como SOHO, SDO o Parker Solar Probe.
Hoy, cualquier persona con un móvil y unas gafas homologadas puede participar en la observación de un eclipse, compartirlo en redes y contribuir a la divulgación científica global.
Conclusión:
La historia de los eclipses solares es la historia del ser humano intentando comprender el cielo. Desde los rituales ancestrales hasta la relatividad de Einstein, cada eclipse ha sido una puerta abierta al conocimiento, al asombro y al progreso científico.
¿Cuándo será el próximo eclipse solar visible en España?
España tendrá la oportunidad única de vivir tres grandes eclipses solares consecutivos entre 2026 y 2028. Estos eventos astronómicos no solo serán visibles desde nuestro país, sino que en algunos casos se verán en su forma más espectacular: total o anular.
Si estás planeando observar un eclipse solar por primera vez (o repetir la experiencia), estos próximos años serán históricos. A continuación te detallamos cada uno, con fechas, tipo de eclipse y zonas destacadas.
Eclipse solar total del 12 de agosto de 2026
Este eclipse será uno de los eventos astronómicos más importantes del siglo en Europa. El 12 de agosto de 2026, la sombra de la Luna recorrerá el norte de España, ofreciendo un eclipse solar total visible desde ciudades como A Coruña, Oviedo, León o Zaragoza.
Tipo: Total
Duración de la totalidad en algunas zonas: entre 1 y 2 minutos
Visibilidad: Total en una franja del norte y parcial en el resto del país
Este eclipse ocurrirá por la tarde, con el Sol bajo en el horizonte, lo que puede ofrecer imágenes espectaculares si el cielo está despejado.
Eclipse solar total del 2 de agosto de 2027
Tan solo un año después, España volverá a ser protagonista. El 2 de agosto de 2027, el eclipse total será visible en el sur peninsular, especialmente en zonas de Andalucía, Ceuta, Melilla y el estrecho de Gibraltar.
Tipo: Total
Duración de la totalidad: hasta 4 minutos en algunas ubicaciones
Visibilidad: Total en el sur y parcial en el resto del país
Este eclipse tendrá el Sol alto en el cielo, ideal para la observación directa con gafas homologadas, y con una duración considerable.
Eclipse solar anular del 26 de enero de 2028
En enero de 2028, tendrá lugar un eclipse solar anular, visible desde el sureste de España, especialmente en regiones de Murcia, Alicante, Almería y parte de Castilla-La Mancha.
Durante este tipo de eclipse, la Luna no cubre completamente el Sol y se forma un “anillo de fuego” alrededor del disco lunar. Aunque es visualmente impresionante, no es seguro mirar el Sol sin protección en ningún momento.
Tipo: Anular
Duración del “anillo de fuego”: entre 2 y 4 minutos según la localización
Visibilidad: Anular en el sureste y parcial en gran parte de la península
👉 Ver más sobre el eclipse anular del 26 de enero de 2028
Conclusión:
Los próximos años nos ofrecen una oportunidad única para observar eclipses solares sin salir de España. Sea total o anular, cada uno de estos eventos requiere preparación, información y, por supuesto, gafas homologadas para proteger tu vista.
Reserva las fechas, infórmate sobre la visibilidad desde tu ciudad y prepárate para vivir momentos que se quedarán grabados para siempre.
Prepárate para vivir el próximo eclipse solar
Los eclipses solares son mucho más que un fenómeno astronómico: son una experiencia que une emoción, ciencia, historia y aprendizaje. Saber qué es un eclipse solar, cómo se produce, cómo observarlo de forma segura y cuándo tendrá lugar el próximo, nos permite disfrutarlo al máximo con responsabilidad.
En los próximos años, España será uno de los mejores lugares del mundo para vivir tres eclipses consecutivos: dos totales y uno anular. Una oportunidad única que no volverá a repetirse pronto.
Así que marca las fechas, infórmate, consigue tus gafas homologadas y prepárate para mirar al cielo con seguridad y asombro.
Tabla resumen: próximos eclipses solares en España
Fecha | Tipo de eclipse | Visibilidad en España | Recomendación de seguridad |
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12 de agosto de 2026 | Total | Norte: total (A Coruña, Oviedo, Zaragoza); resto: parcial | Gafas homologadas (excepto durante la totalidad) |
2 de agosto de 2027 | Total | Sur: total (Andalucía, Ceuta, Melilla); resto: parcial | Gafas homologadas (excepto durante la totalidad) |
26 de enero de 2028 | Anular | Sureste: anular (Murcia, Alicante, Almería); resto: parcial | Gafas homologadas todo el tiempo (anularidad incluida) |